Regeneración,
de Gusmar Sosa, es una novela que sorprende por su narración ágil y
precisa. En ella el lector hallará temas
inexplicables, conspirativos, sobrenaturales, pero sobre todo temas
profundamente humanos. Y es esta característica, junto con su personalísima
voz, uno de los aspectos más importantes en las novelas de Sosa. En el primer
capítulo titulado acertadamente “Confusión” un hombre llega a una casa
abandonada después de escapar ileso de una gran explosión debido a una
misteriosa capacidad de su cuerpo para regenerarse de cualquier daño, pero como
tantas otras veces él no recuerda nada de lo ocurrido y lo más sobrecogedor y
angustiante es “la opresión de saberse perdido, desorientado, confundido”. En el
tercer capítulo descubrimos que se trata de Roberto Infante, un empleado de El
Complejo Refinador de Amuay, una planta de refinación de petróleo ubicada en el
estado Falcón. Roberto es el personaje
más complejo y mejor delineado de la novela. No sólo por su habilidad
sobrehumana, sino por su psicología, siempre preguntándose quién es y su
creciente sentimiento de culpa por la muerte de sus padres. Otros personajes
principales en esta historia son Francisco y Miriam Salazar. Francisco es un
bombero novato, quien cree que el país está bajo la amenaza de una cúpula que
supervisa y controla el destino de las naciones y que puede estar detrás de la
repentina explosión de la planta de Amuay. También tiene un extraño poder de
premonición que le lleva a intuir “que de alguna manera ese día entenderá
muchas cosas”. Miriam Salazar es una sobreviviente de la explosión atrapada
junto a siete personas más, en una garita, entre ellos un ateo y un creyente
cristiano ortodoxo -con perspectivas diametralmente opuestas- que se debaten
entre la duda y el temor, la cobardía y
la idea de comenzar una nueva vida sin tantas prohibiciones. Ella posee un
poder similar al de Francisco, pero más avanzado que le permite no solamente
“sentir las emociones de los otros, sino escucharlas, detectarlas como
pensamientos”. Una extraña empatía que la lleva a comunicarse
extrasensorialmente con él, quien también siente su presencia, aunque ella este
al otro lado de la planta. En la novela aparecen otros personajes clave en la
trama como el sargento Thomas Zambrano, El Vicepresidente y El Presidente, que
pondrá en marcha un plan secreto llamado "Fase II".
Por
otra parte, yo no inscribiría a la novela de Sosa dentro del género de ciencia ficción, sino dentro de la novela
fantástica. Aunque el autor sostiene que es una obra de ciencia ficción, su
historia va más allá de la presentación de
posibles eventos que se desarrollan en un entorno puramente imaginario,
para combinar aspectos reales (cotidianos) –la explosión de la planta de Amuay-
con los aspectos no realistas (extraordinarios) –el poder sobrenatural de
Roberto, Francisco y Miriam. Sosa coloca a sus personajes en un marco real
donde cosas increíbles les suceden, pero tal es su habilidad como narrador y su
pericia como constructor de buenas estructuras novelísticas que nos da la
sensación que lo relatado en la novela es cierto. El lector no se preguntará si
lo que él lee es real o no, puesto que su atención estará volcada a desentrañar
el argumento enigmático de la novela. Y este es un acierto que se agradece.
Citando a Jorge LuisBorges “son infrecuentes y aún rarísimas las obras de
imaginación razonada”. Y Regeneración es una novela deimaginación razonada que
traslada a nuestras tierras un género nuevo. Lo fantástico y lo psicológico se mezclan con destreza en
esta novela al igual que en “La invención de Morel”, de Adolfo Bioy Casares.
La
palabra solidaridad definiría muy bien a Regeneración. En la novela Francisco y
Miriam se muestran solidarios con sus semejantes. Él está dispuesto a ayudar a
los supervivientes que todavía están atrapados en la garita, aun a sabiendas de
que es casi imposible de salvarlos. Ella con sus palabras y con su don “de
proyectar sus emociones a otros y así infundir paz en momentos de agonía”,
logra calmar a sus siete compañeros y darles esperanza de que serán capaces de
salir de la terrible situación en que se encuentran. Sin embargo, la situación
real de ellos no es nada alentadora. El sargento Thomas Zambrano y el
vicepresidente deciden no realizar un rescate de los sobrevivientes para no
poner en peligro las vidas de más bomberos ya que una segunda explosión en la
planta se ha cobrado la vida de varios bomberos. Pero el presidente tiene un
plan.
Roberto,
que a lo largo de la novela ha luchado contra sí mismo y la culpa, sin éxito,
ha tomado una decisión que cambiará el destino de los ocho sobrevivientes,
valiéndose de su extraordinaria capacidad regenerativa de su cuerpo, decide
traspasar el muro de escombros en llamas y comenzar a mover tuberías y pedazos
de concreto para llegar al interior de la garita donde están los
sobrevivientes, entre ellos Miriam.
Hay
un presentimiento que recorre la cabeza de Francisco, mientras observa a
Roberto intentando salvar a sus compañeros y cómo el “fuego devoraba su piel al
instante y él continuaba sin detenerse, y su piel se restauraba con la misma
velocidad que es consumía por el fuego”, y este
presentimiento es si este hombre que aparece de repente delante de él
con sus poderes sobrenaturales se trata del misterioso plan del Presidente
denominado “Fase II”.
Solidaridad,
fantasía, suspenso, critica, son los ingredientes de esta nueva novela de
Gusmar Sosa, una novela atractiva –para mí inédita en su género- que demuestra
que en nuestro país es posible escribir literatura fantástica con la
profundidad y con la calidad literaria de esta interesantísima obra.
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